El mindfulness fue el protagonista de las dos nuevas charlas que se han llevado a cabo en los Casals de Gent Gran en el mes de mayo. Esta actividad está organizada por el Hospital San Rafael y la imparte personal profesional del Centro. María Teresa Rodríguez, enfermera de Salud Mental del Hospital, fue quien se encargó de impartir las sesiones. La primera tuvo lugar el 10 de mayo, en el Casal de Personas Mayores de Sant Genís dels Agudells, y la segunda, el 15 de mayo, en el de Vall d’Hebron.
El mindfulness es un tipo de meditación budista con una larga historia, aunque desde hace unos años está más de moda, y significa dedicar una atención plena a lo que se hace. “Cuando practicamos la meditación, dirigimos la atención hacia dónde queremos y la controlamos”, explica María Teresa Rodríguez, que añade que para llevar a cabo esta meditación es necesaria una actitud de aceptación de lo que observamos, sin juzgar, con paciencia y confianza en uno mismo.
“Nuestro cerebro está preparado para sobrevivir, y no para ser feliz, por eso debemos enseñarle a ver nuestra existencia desde otra perspectiva”, sigue explicando la enfermera del Hospital Sant Rafael. Y es que, solo en un día, tenemos alrededor de 70.000 pensamientos, de los cuales un 94% son repetitivos y un 80% negativos. “Los pensamientos y creencias nos controlan los genes, los comportamientos y todo lo que experimentan”, apuntó María Teresa Rodríguez, que durante la charla incidió en que es posible cambiarlo y, de este modo, tenemos la posibilidad de sanar tanto física como mental y espiritualmente.
“Para nuestra mente, todavía nos encontramos en las cavernas, y el tigre real de nuestros antepasados son ahora pequeños tigres reflejados en la familia, los amigos, las relaciones laborales, etc.”. Todo ello hace que estemos en una situación de estrés permanente. Algunas personas se aferran al pasado con nostalgia y tristeza, y otras se enfocan en un futuro que les produce ansiedad y preocupaciones por cosas que no siempre se harán realidad. “La buena noticia es que no estamos condenados, solo programados para sobrevivir”, añade Rodríguez.
Durante su charla, explicó que es posible, mediante el mindfulness, cargarnos de energía, porque mientras meditamos no procesamos tanta información y tenemos los ojos cerrados. Y, también, que es posible practicarlo con los ojos abiertos, en la vida cotidiana, cuando comemos, lavamos los platos o vayamos en autobús o en metro. “Si nos encontramos presentes cuando somos conscientes de: qué pasa en mi mente, qué pasa en la experiencia de fuera y cómo es mi reacción ante estos hechos, estamos practicando mindfulness”. La recepción de las charlas fue muy positiva y, al finalizar, las personas asistentes se mostraron muy agradecidas. “Incluso comentaron la posibilidad de apuntarse a clases de taichí, de yoga y de txikung, que también se ofrecen en los Casals”, concluye María Teresa Rodríguez.